Maldita belleza

lunes, 31 de agosto de 2009

12
Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden y se entregan.





La canción que muestro es melódica y pertenece al espectáculo “Quidam” del Cirque du Soleil. Al escuchar la música y al observar la foto con la estética que ella presenta se percibe algo ligado a lo siniestro, incluso perverso. Los contrastes de colores en el maquillaje, las caras tétricas, el vestuario algo diabólico, todo genera una sensación de temor y maldad.
Sin embargo, cuando el sonido y la imagen se conjugan, el resultado es, sin duda, el de un espectáculo sensacional, con acrobacias, saltos, y escenografías por demás atractivas y “bellas”.
Recaemos, nuevamente, en la pregunta de siempre: ¿qué es bello y qué no? Bien, yo creo que acá encontré la relación entre el poema de Girondo y la música, la estética y el show en sí del Cirque du Soleil.
En ambos casos se trata de representaciones del arte, increíblemente pensadas y desarrolladas en su totalidad, bellas a su modo, que dejan al público pasmado. Bellas y no bellas al mismo tiempo.
Paradójicamente, en dichas representaciones, la belleza proviene de la maldad y el desencanto. Ambas contienen cierto grado de ferocidad y atrocidad y sus tonalidades no se asemejan a la “típica” estética poética, generando a veces miedo y desconfianza.
Esto no quiere decir, que en ciertos puntos, tanto la melodía como el poema, no tengan rasgos de la “estética convencional”, pero no es ésta la primera sensación que generan.
En ambos casos se trata de una estética atractiva desde el punto de vista oscuro, trágico se podría decir, pero es esta estética la que los hace aún más interesantes y llamativos.

Desvanecerse

sábado, 22 de agosto de 2009

Espantapajaros (Oliverio Girondo)

VI

Mis necios desafinan con la misma frecuencia que mis primas. Si por casualidad, cuando me acuesto,dejo de atarme a los barrotes de la cama, a los quince minutos me despierto, indefectiblemente, sobre el techo de mi ropero. En ese cuarto de hora, sin embargo, he tenido tiempo de estrangular a mis hermanos, de arrojarme en algún precipicio y de quedar colgado de las ramas de un espinillo.Mi digestión inventa una cantidad de crustáceos,que se entretienen en perforarme el intestino. Desde la infancia, necesito que me desabrochen los tiradores,antes de sentarme en alguna parte, y es rarísimo que pueda sonarme la nariz sin encontrar en el pañuelo un cadáver de cucaracha.Todavía, cuando llovizna, me duele la pierna que me amputaron hace tres años. Mi riñón derecho es un maní. Mi riñón izquierdo se encuentra en un museo de la Facultad de Medicina. Soy políglota y tartamudo. He perdido, a la lotería, hasta las uñas de los pies, y en el instante de firmar mi acta matrimonial, me di cuenta que me había casado con una cacatúa.Los márgenes de los libros no son capaces de encauzar mi aburrimiento y mi dolor. Hasta las ideas más optimistas toman un coche fúnebre para pasearse por mi cerebro. Me repugna el bostezo de las camas deshechas, no siento ninguna propensión por empollarle los senos a las mujeres y me enferma que los boticarios se equivoquen, con tan poca frecuencia,en los preparados de estricnina.En estas condiciones, creo sinceramente que lo mejor es tragarse una cápsula de dinamita y encender,con toda tranquilidad, un cigarrillo.

Etse poema de Oliverio Girondo, al igual que la canción interpretada por Metallica, trata sobre un hombre que solo ve las cosas negativas que lo rodean y que ya no quiere vivir más, optando por el suicidio.

En el ambiente de la musica hay grandes cantidades de canciones que hablan sobre el suicidio, pero decidí citar esta canción en particular ya que desde mi punto de vista encontre en la canción un resumen o conclusión del poema.

Al igual que el poema la canción habla sobre los desgracias que sufre una persona, pero la diferencia radica en que la canción es más directa en cuanto al objetivo de esa persona.

Mientras que en el poema se puede leer "En estas condiciones, creo sinceramente que lo mejor es tragarse una cápsula de dinamita y encender,con toda tranquilidad, un cigarrillo", la canción dice "He perdido el deseo de vivir", "Necesito que el fin me libere" y "No soporto este infierno que sietno", estableciendo en forma más directamente el deseo de morir.

En conclusión si la canción y el poema estuviera juntos o mezclados, leer el poema te haría entender la canción y el por que de la falta del deseo de vivir.